
Cuando pensamos en Roma, lo primero que suele venirnos a la cabeza es el Coliseo, la pizza o quizás Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma. Pero esta ciudad es mucho más que ruinas antiguas y buena comida. Roma está llena de rincones curiosos, historias inesperadas y detalles que muchas veces pasan desapercibidos. Así que hoy te traemos algunas de las curiosidades más sorprendentes de la capital italiana, para que la disfrutes con otros ojos.
Estuvimos unos días recorriéndola y, entre paso y paso (y algún que otro gelato), fuimos descubriendo cosas que nos dejaron con la boca abierta. Algunas nos hicieron reír, otras nos parecieron súper útiles, y otras simplemente nos hicieron decir: “¡¿cómo no sabía esto?!”
El Coliseo no se llama así (al menos no oficialmente)
Lo creas o no, el Coliseo de Roma no siempre se llamó así. Su nombre original era Anfiteatro Flavio, en honor a la familia Flavia que lo mandó construir en el siglo I d.C. El apodo de “Coliseo” apareció mucho después, debido a una enorme estatua de Nerón (el Coloso de Nerón) que estaba justo al lado. Esa estatua ya no existe, pero el nombre se quedó para siempre.
Es un dato curioso que mucha gente desconoce, y que puede ayudarte a no confundirte si en algún momento ves una señal o folleto que menciona el “Anfiteatro Flavio”. No es otro sitio, es el Coliseo de toda la vida.

Las fuentes de agua potable más antiguas (y útiles)
Una de las cosas que más nos gustaron de Roma (además de la pasta, claro) fue lo fácil que es encontrar agua potable gratuita por la ciudad. Hay más de 1.500 fuentes públicas, llamadas nasoni, repartidas por todas partes. Son pequeñas, con un diseño sencillo de hierro o piedra, y su nombre viene porque el grifo parece una nariz grande.
El agua es totalmente segura para beber, y además está fresquita, incluso en verano. Si tapas con el dedo la salida inferior del grifo, el agua salta por un agujerito superior como una pequeña fuente. Así puedes beber directamente sin agacharte.
El Vaticano es un país… ¡y tiene su propio tren!
Todo el mundo sabe que el Vaticano es el país más pequeño del mundo, pero lo que no tantos saben es que tiene su propia estación de tren. Aunque no está pensada para trayectos regulares como en Italia, el Vaticano tiene vías que conectan directamente con Roma. En ocasiones muy especiales, se organizan visitas guiadas que incluso incluyen el uso de este tren.
Además de eso, el Vaticano también tiene su propia moneda (el euro vaticano), servicio de correos, radio e incluso un ejército propio (la Guardia Suiza).

La Boca de la Verdad: más mito que realidad
La Boca de la Verdad es una de esas paradas clásicas cuando se visita Roma. Se trata de una enorme losa de piedra con forma de cara, a la que se le atribuye la capacidad de morder la mano de los mentirosos. Aunque en realidad, se cree que su origen fue bastante más terrenal: probablemente era una tapa de alcantarilla.
Aun así, miles de personas hacen fila cada día para meter la mano y sacarse la típica foto (sobre todo si han visto Vacaciones en Roma). Te dejamos un consejo: ve pronto si no quieres esperar demasiado, y cuidado si vas con alguien que se divierta asustando… que el susto te lo puedes llevar tú.

La pirámide de Roma
En Roma también hay una pirámide egipcia. Sí, como lo lees. Se llama Pirámide Cestia y fue construida como tumba para un magistrado romano llamado Cayo Cestio, en el siglo I a.C. Por aquel entonces, Egipto se había convertido en provincia romana, y muchos romanos estaban fascinados con todo lo egipcio, así que construir una pirámide… era casi una moda.
La pirámide mide 36 metros y está completamente recubierta de mármol blanco. La encontrarás cerca de la Porta San Paolo, y suele ser un lugar muy tranquilo, poco frecuentado por turistas.
La pizza Margarita nació en honor a una reina
Aunque la pizza es típica de Nápoles, la pizza Margarita está directamente relacionada con Roma y la historia de Italia. Según cuenta la leyenda, en 1889, el pizzero Raffaele Esposito creó esta pizza en honor a la reina Margarita de Saboya, que visitaba Nápoles.
¿Y qué ingredientes eligió? Tomate, mozzarella y albahaca, representando los colores de la bandera italiana: rojo, blanco y verde. De ahí su nombre. Hoy la puedes encontrar en cualquier parte de Roma, y aunque suene simple, una buena Margarita bien hecha es una maravilla.
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El pasadizo secreto del Papa
Entre el Vaticano y el imponente Castel Sant’Angelo, hay un pasadizo elevado y cerrado al público la mayor parte del año, conocido como el Passetto di Borgo. Fue construido en el siglo XIII como una vía de escape secreta para los Papas en caso de ataque o invasión.
Este pasillo fue usado varias veces a lo largo de la historia, y aunque hoy no se puede visitar siempre, si tienes suerte de coincidir con una apertura especial, no lo dudes. Pasear por ahí es como entrar en un capítulo de Assassin’s Creed, pero con historia real.
Roma tiene más obeliscos egipcios que Egipto (casi)
Puede sonar increíble, pero Roma tiene más obeliscos egipcios originales que ninguna otra ciudad del mundo. Fueron traídos por los emperadores romanos como símbolos de poder y triunfo tras conquistar Egipto, y ahora están repartidos por varias plazas importantes.
Los más conocidos están en Piazza del Popolo, Piazza Navona o en San Juan de Letrán, y algunos tienen más de 3.000 años. Ver uno de estos obeliscos es como encontrarte con un pedazo de historia del Antiguo Egipto en plena ciudad eterna.

Hay una iglesia con una ilusión óptica en el techo
Una de las iglesias más curiosas de Roma es la Iglesia de San Ignacio de Loyola. A primera vista, parece tener una enorme cúpula decorada con frescos. Pero si miras bien… ¡no hay cúpula!
Lo que estás viendo es en realidad una pintura en perspectiva, una especie de truco visual creado por el artista Andrea Pozzo en el siglo XVII para simular una cúpula tridimensional donde no la hay.
Lo más divertido es ver cómo los visitantes se quedan mirando hacia arriba intentando entender si es real o no. Hay un punto marcado en el suelo donde se ve el efecto a la perfección. Una curiosidad artística que vale muchísimo la pena.
Roma también tiene su propio «kilómetro cero»
¿Sabías que en Roma hay un punto desde el cual se miden todas las distancias de las carreteras italianas? Está en la Piazza San Pietro, justo delante del Vaticano. Es una pequeña losa circular de mármol en el suelo, bastante discreta, llamada “milliarium aureum”.
Se considera el «kilómetro cero» del Imperio Romano, y aunque el original desapareció hace siglos, el concepto se mantiene. Desde ahí se calculaban las distancias a todas las ciudades del Imperio. Es decir, todos los caminos llevaban a Roma… y partían desde ahí.
Hoy es un punto simbólico, pero muchos viajeros van a buscarlo por curiosidad. Y claro, hacerse la foto de rigor. Si pasas por la zona, no olvides mirar al suelo. Puede que estés justo encima del centro del mundo antiguo.
La Piazza Navona fue un estadio
Cuando paseas por la elegante Piazza Navona, rodeada de fuentes, artistas callejeros y terrazas, es difícil imaginar que en el pasado fue un estadio romano para competiciones deportivas.
Se llamaba el Estadio de Domiciano y tenía capacidad para más de 30.000 personas. Hoy en día aún puedes ver restos del estadio bajo tierra, y su forma alargada se mantiene tal cual. La próxima vez que tomes un spritz ahí, recuerda que estás sobre una antigua pista de atletismo.

Roma tiene una fuente de vino (sí, ¡vino!)
En el barrio de Testaccio, antiguamente una zona obrera y de mataderos, se encontraba la Fontana delle Anfore. Lo curioso es que en ocasiones especiales, como festividades locales, la fuente suelta vino en lugar de agua.
No es algo que pase todos los días, pero ha ocurrido más de una vez, y siempre que lo hacen se convierte en fiesta total. Una fuente que da vino… eso sí es Dolce Vita.
El primer centro comercial del mundo está en Roma
En el Mercado de Trajano, construido en el siglo II d.C., se encuentran los restos de lo que muchos consideran el primer “centro comercial” de la historia. Era un complejo de varios pisos con más de 150 tiendas y oficinas, donde se vendía de todo: comida, ropa, especias, etc.
Hoy puedes visitarlo y pasear por lo que fue el corazón comercial del Imperio. Amazon en versión mármol.

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